LOLA SORIANO. Las comisiones de falla no se cansan de explicar que son los principales agentes socializadores de los barrios. De hecho, cada vez que se necesita un apoyo masivo o asociativo, las
fallas son las primeras en apoyar las causas y movilizar a sus bases. Pero claro, las fallas también necesitan ampliar sus censos para mantener viva la fiesta y mantener las tradiciones.
Durante este mes y el próximo de junio son muchos los colectivos que hacen jornadas de puertas abiertas en sus casales para dar a conocer la gran cantidad de actos culturales y festivos que realizan a lo largo de todo el año.
Si bien algunos piensan que la celebración de l'apuntà es un puro formalismo o un acto que se sigue programando por tradición, la realidad es que a muchas fallas les sigue funcionando o incluso les asegura la pervivencia.
Entre los nuevos socios, buena parte son antiguos falleros que regresan a la comisión, pero también hay vecinos que se hacen falleros por primera vez.
El truco, según señalan, es que haya ambiente y actividades continuamente. En la jornada festiva que organizaron no faltó una propuesta gastronómica de quinto y tapa; una comida de sobaquillo y, por la tarde, juegos de mesa con cartas, parchís o futbolín. Los menores tuvieron sus juegos, con tarde de bolos o dardos. «El ejercicio pasado éramos 160 falleros y ahora pasaremos a unos 230 y ojalá se siga apuntando más gente», añade Serrano.
Un caso también singular es de la falla Antiga Senda de Senent-Alameda, más conocida como la falla del Palau. En plena celebración de las Fallas de 2017 lanzaron un 'SOS' porque están bajo mínimos.
Como explica Begoña Gómez-Cencillo «el ejercicio pasado éramos sólo veintiséis, entre niños y adultos. Es decir, dieciséis adultos y diez niños y la verdad es que así es difícil mantener la actividad». En estas últimas semanas se han sumado dieciocho personas. «No es para lanzar cohetes, pero ya es una mejoría. Nos gustaría que la gente comprendiera que necesitamos más altas para poder hacer actividades y apostar por las fallas y la pirotecnia. Es una falla muy familiar», explica Begoña, presidenta de la comisión que también ha ostentado durante estos años otros cargos como secretaria o fallera mayor de la comisión del Palau.
Esta comisión nació en el año 2001 y, como argumenta Begoña, llegó a tener 130 falleros censados. «Ojalá podamos volver a esa cifra porque lo que queremos es que la comisión pueda seguir y tenga proyecto de futuro».
Entre los primeros vecinos que han dado respuesta a esta llamada de ayuda de la falla del Palau se encuentra Paco Oliva. «Fui fallero de una comisión hace ya dos años, pero me cambié de domicilio y ya no seguí. Cuando escuché que esta comisión necesitaba ayuda no lo pensé dos veces», indica.
De hecho, acudió el mismo día de San José, antes de la cremà para hacer patente su apoyo y ya se ha incorporado a la comisión.
Otro de los nuevos socios del Palau es Julia Buendía. Lo curioso del caso es que esta valenciana trabaja en Palma de Mallorca, «pero de diciembre a marzo estoy en
Valencia». Asegura que lleva la fiesta fallera en la sangre «y vi el anuncio de la comisión de que necesitaba gente para seguir con la persiana subida y pensé que tenía que ayudarles, porque además, me gusta que tenga un ambiente familiar».
Aunque cuando está en Valencia reside en Puerto de Sagunto, la distancia no le impedirá ser una fallera más de esta comisión. «Aunque me hice un traje nuevo, hace tres años que no lo puedo usar y para mí siempre ha sido un sueño poder llevar mi ramo de flores a la Virgen de los Desamparados en el día de la Ofrenda. Va a ser un deseo cumplido». Julia anima a que la gente que todavía no ha encontrado una falla se apunte a esta comisión.
Entre las incorporaciones que esperan tener figura incluso una mujer de Argentina. «Vio en redes sociales que queremos sumar falleros y una mujer de Argentina nos dijo que pertenecen a un colectivo fallero de allí, pero que quiere apuntarse con su hija y nos dicen que vendrán adrede en Fallas y que les hace mucha ilusión desfilar en la Ofrenda a la Virgen», indica Begoña.
Incluso han recibido una llamada de una mujer que se ofrece a ser fallera mayor y que su hijo sea presidente infantil.
La falla del Palau, mientras llegan nuevos falleros, ya tiene claro que la falla grande la hará el artista Juanjo García.
Nou Patraix
Una comisión que nació el año pasado y que también necesita aumentar el censo es Montesa-Dr. Marañón, más conocida como Nou Patraix. En el primer año de andadura eran treinta y dos adultos y tres niños y este ejercicio, de momento, ya han llegado a la cifra de cuarenta y cuatro mayores y dieciséis niños. «Queremos apostar por la falla, la pólvora y la música. La cuota son 240 euros más 60 de beneficio de lotería y durante todo el ejercicio no vamos a parar de hacer cosas», indican en la comisión que preside Miguel Ángel López.
Para este año ya tienen fallera mayor e infantil, que son María Dolores Verdeguer y Laura Martín Sánchez y el presidente infantil es Francisco Raga Molina. Además, la falla grande la han confiado a Juanjo García y la infantil la hará la propia comisión, con la coordinación de Alfredo Villena.
En la falla Mercado Central, contaron el pasado ejercicio con 86 falleros y este ejercicio ya han recibido nuevas altas. «Haremos la fiesta de l'apuntà el mismo día de los actos de San Juan, con juegos para niños y cena, pero sí que animamos a la gente a que se apunte a esta falla centenaria. Vamos a mantener la falla grande e infantil en Primera A y Primera», detallan desde la directiva de Mercado Central.
La falla Náquera-Lauri Volpi tiene un buen número de falleros, puesto que en el censo hay 480 personas, pero siguen haciendo un llamamiento para recibir nuevos socios interesados en hacer buena falla. En la jornada que organizaron para l'apuntà se inscribieron siete miembros más «y nos gustaría que la gente se una al proyecto. El día de l'apuntà preparamos un campeonato de fútbol sala en el polideportivo de Burjassot e hicimos campeonatos exprés de parchís, truc y cena con música. Además, para los niños les preparamos una fiesta hawaiana y tenían que venir disfrazados», indica M.ª Amparo Salvador, secretaria de la comisión de falla que preside Ricardo Zorío.
En Ruzafa, la falla Tomasos-Carlos Cervera también celebró recientemente l'apuntà. Esta comisión que preside Jaime Villarrubia ha lanzado una propuesta de cuotas reducidas para atraer posibles falleros. «Lo más importante, es que no hay la obligatoriedad de quedarse lotería ni obligamos a traer falleros de honor», comenta Villarrubia. En el caso de los mayores, la cuota mensual es de 29 euros y los niños pagan 100 euros al año. Precisamente hacen un llamamiento para subir el censo infantil «porque tenemos treinta niñas y ocho niños y nos gustaría que hubiera más falleros de la comisión infantil».
Para celebrar l'apuntà no dudaron en organizar una feria andaluza y tapas gastronómicas.